jueves

indiferente


Un inmenso número de personas padecen de la peor pobreza: la indiferencia, que es la pobreza del espíritu.
El indiferente es un individuo carente de sentimientos que no le importa que otros sufran, mientras él esté bien, porque es inmune al dolor de los demás, tan inmune que no puede establecer la diferencia entre el bien y el mal, entre la crueldad y la compasión, ni entre el amor y el odio.
Bien, dijo Sigmund Freud, cuando afirmó que el odio no es el sentimiento opuesto al amor, sino la indiferencia.
Evidentemente, la indiferencia es más cómoda que la solidaridad, pues es mucho más fácil mirar hacia otro lado ante el sufrimiento de quienes padecen material y espiritualmente.


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